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En el ámbito de la gestión de residuos agrícolas, el manejo de envases agroindustriales presenta un desafío particular: los envases de productos fitosanitarios, fertilizantes foliares, bioestimulantes y otros deben pasar por un proceso de Triple Lavado antes de ser reciclados.
El triple lavado es una técnica fundamental, simple pero efectiva, en el manejo de estos envases. Garantiza que los mismos puedan ser reciclados de forma segura, previniendo la contaminación ambiental, riesgos para la salud y optimizando el uso de los productos.
¿En qué consiste el Triple Lavado?
El proceso de Triple Lavado se realiza inmediatamente después de terminado el contenido del envase y consiste en enjuagar tres veces con agua limpia, utilizando un cuarto de su capacidad en cada lavado. En cada ocasión, se cierra el envase, se agita durante 30 segundos y el enjuague se vierte en la mezcla de aplicación en el pulverizador. Esto asegura que no se desperdicie producto y sea utilizado eficientemente en el campo. Tras el lavado, el envase se inutiliza perforándolo y, se almacena destapado junto con la tapa, en un lugar seguro y ventilado. Posteriormente deben ser llevados a un centro fijo o punto móvil gestionado por CampoLimpio.
Importancia del Triple Lavado
El triple lavado es crucial por varias razones:
Reduce el riesgo de contaminación: Disminuye la posibilidad de que residuos de productos peligrosos permanezcan en los envases o sean eliminados inadecuadamente, previniendo la contaminación del suelo y las aguas.
Facilita el reciclaje: Los envases bien lavados son más seguros para manipular y procesar, lo que agiliza y optimiza el proceso de reciclaje.
Promueve el uso completo de los productos: Evita el desperdicio de productos fitosanitarios, fertilizantes y otros, generando un beneficio económico para los agricultores.