Impactos del clima, como las olas de calor que afectaron la condición de la fruta junto a una mayor competencia y problemas logísticos, fueron algunos de los desafíos a los cuales se enfrentó la empresa chilena Agroberries en la temporada 2024-2025 de arándanos.
Así lo dio a conocer a Frutas de Chile, Juan Pablo Vogt, gerente comercial y logística de la compañía: “Esta ha sido una temporada de múltiples sensaciones, y lamentablemente no todas buenas. El clima durante el invierno y primavera nos ilusionó con tener una muy buena temporada, ya que permitió que las plantas tuvieran una muy buena carga y un buen equilibrio para obtener una fruta de buena calidad. La primera parte se dio, y en muchos campos obtuvimos muy buenos rendimientos, pero por otro lado las olas de calor que comenzaron a mediados de diciembre provocaron una mayor concentración en la fruta y además afectó negativamente la condición de esta”.
“A nivel de mercado, Chile se topó con un mercado muy abastecido por Perú, a diferencia del año pasado donde había muy poca fruta. Por lo mismo partimos con precios muy bajos en destino los que nunca se recuperaron por el alza de la fruta chilena. Todo esto en el fresco, ya que en congelado los precios se mantuvieron bastante razonables y estables durante la temporada lo que nos ayudó a compensar la baja en los precios del fresco de exportación. Nosotros finalizamos la temporada de exportación el 31 de enero, y si bien aún quedaba bastante fruta en la planta, dada la calidad y los bajos precios en los mercados creemos que fue una decisión muy acertada”.
De acuerdo con el ejecutivo ha sido una temporada muy desafiante. “Lamentablemente está vez también hubo factores exógenos a la fruta, que tampoco ayudaron mucho. La logística marítima fue un desastre, por ejemplo, había muy poca disponibilidad de contenedores de Atmósfera Controlada para el arándano y además sufrimos con las marejadas y problemas en las conexiones lo que causó mucho atraso tanto en la carga de la fruta como en los tiempos de tránsito. Fue todo tan caótico en este sentido que a modo de ejemplo tuvimos 2 contenedores con más de 80 días de tránsito. Pero los contenedores no fue lo único escaso, también lo fueron los materiales de exportación, donde me imagino que el importante aumento de las cerezas provocó que le dieran la prioridad a esa industria dejando algo rezagado a otras frutas. Por suerte de una u otra forma logramos conseguir los materiales en tiempo y forma para la exportación, pero fue una lucha diaria y con niveles de stock que no permitían ningún nivel de seguridad.
“Por último también sufrimos mucho con el SAG. La falta de inspectores ocasionó importantes demoras en las inspecciones, provocando que tardamos un día adicional en tener todo listo para cargar. Todos estos factores condicionan la calidad al arribo y hacen que la oferta de arándanos chilenos sea menos consistente, por lo que se hace más difícil su comercialización y a la vez no nos permite acceder a un rango más alto de precio”, explicó Vogt.
Respecto a cómo observo la calidad de la fruta en la temporada, el ejecutivo comenta que el primer tercio estuvo bastante bien la calidad de los arribos, pero aun así fue muy difícil competir con la consistencia de otros orígenes como Perú, México y Marruecos que tienen una condición y calidad por arriba de nuestra fruta. “Si bien aún hay espacio en el mercado para la fruta chilena, su comercialización es muy compleja y requiere que lleguemos con buena calidad, caso contrario nos exponemos a rechazos con el consiguiente deterioro del retorno final al productor. Después de las olas de calor de diciembre, ciertas variedades se vieron bastante afectadas por lo que decidimos no exportarlas y derivarlas a IQF, ya que el riesgo de llegar mal era muy alto. Esto nos permitió seguir con un volumen razonable que pudo ser comercializado de manera adecuada, pese a que había bastante fruta en los mercados”, agrega.
Exportaciones y mercados
Agroberries ya finalizó la temporada, en la cual exportaron más 7.000 toneladas, cifra que representó una baja de un 3% respecto al temporada anterior. “Sin embargo, fue mayor al volumen que esperábamos previo a la temporada, aunque pudiera haber sido bastante más si la calidad nos hubiera acompañado. Pero estamos convencidos que haber dejado la fruta para el congelado fue la mejor decisión. Más que el volumen exportado nos interesa lograr el mejor retorno posible, a la vez de cuidar la imagen de nuestra fruta evitando mandar fruta muy al límite de calidad. La industria chilena crecerá cerca de un 6% versus el año anterior, lo que ratifica que fue un año muy productivo. A su vez el congelado también alcanzó niveles récord de volumen”, indica Vogt.
La empresa exporta a dos mercados claves: Norteamérica y Europa. Según el gerente comercial y logística de Agroberries “en ambos tenemos nuestras propias oficinas comerciales que venden arándanos y berries el año corrido. Durante la primera mitad de la temporada chilena nuestros envíos son bastante parejos entre ambos mercados, pero ya hacia el final de la temporada priorizamos EEUU que tiene tiempos de tránsitos más cortos y por ende menos riesgo de llegar mal con una fruta que ya viene más cansada”.
Variedades claves
El sector ha visto un recambio de variedades importante. Para Vogt “el grupo de variedades nuevas es el que más ha crecido, lo cual es muy bueno para el país ya que demuestra que sigue habiendo espacio para nuestra fruta siempre y cuando logremos una oferta más consistente, y normalmente la nueva genética ofrece una mejor calidad y productividad. Por nuestro lado seguimos haciendo pruebas a menor escala ya que antes de lanzarnos con un proyecto a mayor tamaño debemos estar seguros de que es la variedad correcta. En Chile tardamos muchos más que Perú en llegar a la etapa de madurez de las plantaciones por lo que debemos ser muy cautos”.
“Buena postcosecha y productividad son las características de estas variedades. Chile si bien tiene un excelente clima para producir fruta, hoy en día competimos con países que tienen climas mucho más benignos y con menos horas de frío, y gran parte de la nueva genética se ha orientado a este tipo de climas. Por lo mismo las variedades que escojamos deben estar pensadas en mantener una calidad óptima, pese a la lluvia y los calores extremos”, detalla el ejecutivo.
De acuerdo con Vogt, Agroberries exporta 25% de fruta orgánica. “Esta categoría ha sufrido algo menos en términos comerciales que el convencional ya que se ha visto lo complejo que es producir orgánicos en zonas con menos frío. Por lo mismo, la oferta de los países que nos compiten no ha crecido tanto como en convencional. Pero al igual que el convencional debemos tener una buena calidad ya que hoy día el standard de fruta cambió, y seguirá evolucionando en la medida que van saliendo nuevas variedades con mejores características”, concluye.
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