En un panorama internacional marcado por crecientes tensiones comerciales y una compleja geopolítica, las exportaciones chilenas han demostrado una resiliencia notable, cerrando el primer semestre del año con un incremento del 6,7%, alcanzando un total de US$52.817 millones, que destaca último informe del Banco Central, entidad que también releva que solo en junio, los envíos al exterior registraron un alza del 10,6% respecto al mismo mes de 2024, sumando US$8.290 millones.
Este positivo desempeño se da a pesar de desafíos significativos, como la aplicación de un arancel del 10% por parte de Estados Unidos y el recrudecimiento del conflicto entre Irán e Israel.
La Subsecretaria de Relaciones Económicas Internacionales, Claudia Sanhueza, subrayó la capacidad del país para sobrellevar la inestabilidad global. «Si bien el desempeño comercial de Chile refleja resiliencia al contexto global, en el actual escenario internacional se mantiene el desafío de mantener este dinamismo», indicó.
Mirando hacia el futuro, la subsecretaria enfatizó el compromiso del gobierno: «Seguiremos trabajando para identificar nuevas oportunidades para nuestro sector exportador, generando nuevos acuerdos, reduciendo barreras no arancelarias y desarrollando una activa agenda de promoción internacional, a través de ProChile, en los principales mercados del mundo.»
En cuanto a los destinos, aunque China se mantuvo como el mayor destino de las exportaciones chilenas, totalizando US$ 19.079 millones en los primeros seis meses del año, ello significó una baja de 2,5% respecto al mismo periodo del año anterior. Y su participación en el total se redujo de 37,6% a 35,9%.
El sector minero continuó siendo el pilar fundamental de las exportaciones, sumando US$29.665 millones, un 8,3% más que el año anterior. Este impulso se atribuye principalmente al cobre, oro y molibdeno, a pesar de una baja en el litio. Al respecto, el gerente de Estudios de la Sociedad Nacional de Minería (Sonami), Reinaldo Salazar, explicó que «este desempeño responde más a factores externos que a un dinamismo interno del sector.»
Otros sectores industriales también contribuyeron positivamente, como la manufactura forestal (3,4% a US$3.107 millones)y la industria metal-mecánica y maquinaria (US$8,51.692 millones).
Las exportaciones de frutas frescas, según datos del Banco Central, alcanzaron los US$5.614 millones, un 2,3% más que el año anterior. Iván Marambio, presidente de Frutas de Chile, ofreció una perspectiva cautelosa pero optimista: «El sector frutícola chileno cierra el primer semestre con cifras positivas que invitan a un optimismo cauto, demostrando su capacidad de adaptación.»
Sobre el tema arancelario, añadió que «hasta ahora no hemos observado un impacto directo sobre nuestras exportaciones por la aplicación de mayores aranceles en Estados Unidos. Sin embargo, vemos una presión en los costos de producción y logísticos, como también las barreras de entrada». En este sentido, el líder de los fruteros hizo hincapié en los desafíos futuros: «La competitividad futura dependerá de la evolución de los costos de producción y logísticos, que en el contexto internacional actual se ven muy presionados.»

Las importaciones chilenas experimentaron un significativo repunte en junio, alcanzando los US$7.470 millones, un incremento del 21,7% respecto al mismo mes del año anterior. Este crecimiento se observó en bienes de consumo (19,6%), bienes intermedios (21,7%) y, especialmente, en bienes de capital (24,4%), un indicador positivo para la inversión local.
Como resultado, la balanza comercial de junio registró un superávit de US$1.331 millones, una cifra 26,1% menor que la del mismo período del año anterior, debido al mayor dinamismo de las importaciones.
Finalmente se destaca que, los vinos embotellados también registraron un alza del 2,2%, llegando a los US$622 millones.