Después de casi tres años de medidas de emergencia, el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) anunció un cambio significativo en el estatus fitosanitario del nematodo Aphelenchoides fragariae. A partir del 9 de agosto, este organismo, causante del enanismo de primavera en la frutilla, pasará de ser considerado una plaga cuarentenaria ausente a una plaga presente en el país.
Este cambio de estatus se debe a la necesidad de reconocer la distribución actual del nematodo en el territorio nacional y permitirá al SAG reforzar las medidas de control, especialmente en los viveros de frutilla. El material de propagación ha sido identificado como la principal vía de dispersión de esta plaga, que puede afectar seriamente el rendimiento de los cultivos.
La nueva normativa exige que todos los viveros de frutilla estén inscritos en el SAG y cumplan con las exigencias establecidas para garantizar que las plantas que se venden estén sanas. El objetivo es claro: evitar la venta de material contaminado.
El SAG advierte que los productores que compren plantas en viveros no autorizados se arriesgan no solo a adquirir material infectado, sino que también perderán la posibilidad de presentar reclamos ante el servicio en caso de problemas con la plaga o si la variedad adquirida no es la solicitada.
En su comunicado de prensa, el SAG destaca que la costa de la región del Maule, en particular las comunas de Chanco y Pelluhue, sigue siendo la zona más afectada por el nematodo. Esto se debe, principalmente, a las condiciones climáticas de la región que favorecen su desarrollo y propagación.
Aphelenchoides fragariae es un nematodo, un tipo de gusano microscópico invisible al ojo humano, que ataca las plantas de frutilla y otros cultivos. Sus síntomas incluyen plantas jóvenes enanas, con hojas onduladas, pecíolos rojizos y frutos de baja calidad o deformes. En casos severos, la planta puede no producir frutos en absoluto. La plaga se propaga a grandes distancias a través de material de propagación contaminado y, a corta distancia, de planta a planta a través de láminas de agua.
El SAG reafirmó su compromiso con la protección de la sanidad vegetal y continuará trabajando en colaboración con productores y viveristas para contener la dispersión de esta plaga y salvaguardar la producción frutícola nacional.