Andrea Lucchi, reconocido experto en entomología aplicada y manejo de plagas, particularmente en cultivos frutales, realizó una visita a Chile, organizada por el Comité de Arándanos, el SAG y Vinos de Chile, y apoyo de Corfo la cual, incluyó recorridos técnicos por huertos de ciruelos, vides y arándanos, además de reuniones con organismos reguladores y un seminario en Chillán.
Lucchi es profesor titular de Entomología General y Aplicada en la Universidad de Pisa, Italia, y uno de los referentes europeos en el estudio, monitoreo y control de plagas en frutales y cultivos de alto valor.
Su trayectoria científica y técnica abarca más de tres décadas, destacándose por su especialización en control biológico, estrategias de confusión sexual con feromonas y el diseño de programas de manejo integrado de plagas (MIP) sustentables.
A lo largo de su carrera, ha liderado múltiples investigaciones sobre plagas como Lobesia botrana (polilla del racimo de la vid), Drosophila suzukii, cochinillas y escamas en cultivos como la vid, el olivo, arándanos, manzanos y cítricos, entre otros.
La plaga es originaria de Europa, y fue detectada en nuestro país en 2008. Se trata de un insecto que ataca a los viñedos y otras frutas suaves. Su larva provoca un daño directo al alimentarse de la fruta, produciéndose una pudrición y deshidratación de las bayas, situación que hace disminuir los rendimientos de las plantaciones. Siendo una plaga cuarentenaria para Estados Unidos.
Por todo ello, la importancia de la visita de Andrea Lucchi, y su asesoría para seguir avanzando en el Programa Nacional de Lobesia botrana (PNLb).
Una de las primeras actividades de la apretada agenda que cumplió en Chile fue la visita a campos en regiones como Maule, O’Higgins y Biobío, recorriendo huertos de arándanos y viñedos para observar en terrenos la situación fitosanitaria. Una actividad que permitió dialogar con los participantes y hacer propuestas de mejoras que fueron bien valoradas. Todo este trabajo concluyó el viernes, recién pasado con una charla técnica en dependencias de la Cámara Nacional de Comercio, donde participaron representantes de Frutas de Chile, SAG, FDF, Vinos de Chile y profesionales del PNLb.

Para conocer su experiencia y sus impresiones respecto al trabajo en Chile, News Frutas de Chile conversó con el experto, quien destacó el gran trabajo llevado a cabo por los técnicos en Chile.
-Andrea , sabemos que has estado varias veces en Chile, apoyando en materias plagas a sectores públicos y privados relacionados a la agrofruticultura ¿Cómo fue tu visita en esta oportunidad?
Fue interesante ver distintas realidades, las diferencias de una región a otra, porque en la zona de Maule la situación era bastante sencilla comparada con Ñuble y Biobío.
Sin embargo, tengo la impresión de que los viticultores, arandaneros y productores de ciruelos están trabajando bien junto con Frutas de Chile y el SAG para intentar resolver estas situaciones, así que hay esperanza de poder hacer un buen trabajo.

-Con tu experiencia asesorando cultivos de frutales, ¿Qué aprendizajes estratégicos puedes transmitir a los productores chilenos?
Creo que hay que seguir estudiando al insecto para entender si, por ejemplo, con el calentamiento global puede haber una generación más, lo que lo haría aún más peligroso. Hay que estudiar cuándo nace, cuándo vuela el primer adulto de la polilla, para ver si al volar antes se puede aplicar la confusión sexual de manera más anticipada que hasta ahora. También hay que entender, desde la biología del insecto, si en las variedades tempranas de arándano puede establecerse antes que en la vid.
Este adelantamiento en su ciclo biológico puede aumentar su peligrosidad, porque al salir antes de las crisálidas y volar antes, puede infestar las variedades tempranas de arándano.
-¿Cuáles son los riesgos fitosanitarios que Chile debe observar y prevenir?
Creo que lo que el SAG ha organizado es un programa racional y bien hecho. Esta colaboración que existe entre el SAG y asociaciones privadas como Frutas de Chile y el Comité del Arándano es, en mi opinión, la clave para resolver el problema o al menos manejarlo manteniendo la situación bajo control. Es una estructura de cooperación público-privada que da garantías.
-Con el cambio climático, ¿Hacia dónde se dirigen las estrategias europeas frente al control de esta plaga?
El cambio climático es un problema serio, porque los insectos cambian su comportamiento. Como decía antes, pueden generar más problemas al aumentar en número y realizar más generaciones por año, lo que nos obliga a seguir estudiando el problema e incrementar el monitoreo, tanto con trampas como con observaciones visuales, para encontrar soluciones a estos nuevos desafíos.
Incluso un aumento de uno o dos grados en la temperatura puede cambiar la situación, ya que el insecto puede beneficiarse de este cambio.
-¿Cómo Chile puede fortalecer la trazabilidad y la sostenibilidad los cultivos en el marco de las exigencias internacionales de exportación?
Creo que los métodos que están utilizando, como la aplicación masiva de feromonas en casi cien mil hectáreas, son una excelente solución porque favorecen la biodiversidad y la sostenibilidad. Lo que hay que considerar bien es cómo se usan estas feromonas para la confusión sexual.
Por ejemplo, he escuchado distintas interpretaciones y algunas decisiones no siempre correctas. Hay quienes, por miedo a que las feromonas no duren hasta el final de la temporada, instalan los emisores tarde, y eso es un error: hay que instalarlos antes de que empiece el vuelo del insecto.
Otra cosa importante: no todos los emisores de feromonas son iguales ni tienen la misma eficacia. Sería bueno establecer un sistema para evaluar su calidad, por ejemplo, con cromatografía de gases o pesándolos cada 15 días o mensualmente para saber cuándo se vacían y dejan de funcionar. Esto hay que investigarlo, porque existen unas diez formulaciones distintas de emisores, pero no todas funcionan igual; algunas son más eficaces que otras, y su rendimiento debe evaluarse.
¿Quieres dejar un mensaje final para el SAG y para Frutas de Chile?
Creo que los puntos que hemos mencionado son todos importantes: usar la confusión sexual correctamente, aplicarla en el momento adecuado y evaluar la calidad de los emisores. Hay que seguir adelante con la cría del insecto benéfico, es interesante Campoplex (enemigo natural de la polilla de la vid (Lobesia botrana).) ; el criar este parasitoide aquí en Santiago es muy interesante, y si se logra producir en grandes cantidades, podría utilizarse en zonas críticas.
Por ejemplo, usarse cerca de las casas, porque muchas veces la polilla llega desde las viviendas o parrales domésticos. En esas zonas críticas habría que aumentar el número de emisores de confusión y utilizar sistemas de monitoreo que permitan evaluar ese desplazamiento desde la casa al campo o la presencia de Lobesia.
En España, por ejemplo, se usan trampas alimenticias que funcionan incluso cuando se aplica la confusión sexual, ya que las trampas con feromonas dejan de capturar en ese contexto.
Las trampas alimenticias, sobre todo en ambientes áridos y calurosos, se llenan con agua y vino, lo que atrae a los insectos, que caen dentro.
Así que usar métodos de monitoreo alternativos a las trampas con feromonas puede ser otra recomendación.
