Estudios sitúan a los cítricos como aliados del sistema inmune y la salud vascular: abundan en vitamina C, fibra Cuando el termómetro baja y aumentan los cuadros respiratorios, la canasta de temporada ofrece una respuesta simple y sabrosa: cítricos. Naranjas, mandarinas, limones, pomelos, clementinas y tangelos aportan vitamina C, fibra, potasio, folato y un arsenal de flavonoides que respaldan defensas, salud de la piel, función vascular y recuperación. La vitamina C, además de ser antioxidante, participa en la síntesis de colágeno y la regeneración de otros antioxidantes, piezas clave en barreras y tejidos.
La relación entre vitamina C y resfrío no es milagrosa: los ensayos y metaanálisis muestran que no reduce la incidencia en la población general, pero sí puede acortar la duración de los síntomas si se consume regularmente; en personas sometidas a ejercicio intenso, el efecto preventivo es más notorio. Aun así, lo determinante es el patrón alimentario global y el estilo de vida (sueño, actividad física, no fumar).
Más allá de la vitamina C, los cítricos concentran flavanonas como hesperidina y naringina, estudiadas por su potencial antiinflamatorio y cardioprotector. Revisiones recientes describen cómo los compuestos bioactivos de los cítricos modulan la respuesta inmune y la inflamación; ensayos controlados con jugo de naranja enriquecido en hesperidina han mostrado mejoras en la función endotelial en adultos con presión elevada, un marcador de salud de los vasos sanguíneos.
En Chile, la ventana fuerte para cítricos coincide con el invierno del hemisferio sur: las naranjas comienzan su ciclo comercial en abril y las exportaciones alcanzan su peak entre julio y septiembre; las mandarinas chilenas se activan desde fines de junio. Para el consumidor, esto se traduce en mejor disponibilidad y frescura en los meses fríos. Ver más aquí
La idea es incentivar su consumo desde niños, acá algunas sugerencias de cómo llevarlos a la mesa y conquistarlos:
Sin recurrir a suplementos, la cocina diaria hace el trabajo. Algunas ideas simples y “jugables” en casa:
Recordatorio nutricional: los cítricos aportan vitamina C, fibra y potasio; el jugo es útil, pero la fruta entera ofrece más fibra y saciedad).
Una naranja o mandarina aporta gran parte del requerimiento diario de vitamina C (el ODS de EE. UU. recomienda 75 mg/día para mujeres y 90 mg/día para hombres), además de potasio y folato; las bases de datos nutricionales oficiales permiten comparar variedades y formatos.
Los cítricos no “curan” el resfrío, pero sí ayudan: contribuyen a un sistema inmune que funciona mejor, ofrecen antioxidantes y flavonoides con respaldo clínico en salud vascular, y llegan a su mejor momento justo cuando más los necesitamos.