En el I Congreso Internacional sobre Innovaciones para la Agroindustria Rural, realizado esta semana en Medellín, Colombia y organizado por la Universidad Pontificia Bolivariana (UPB), el Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA) puso a la fruta en el centro de la discusión tecnológica.
El investigador del laboratorio de Postcosecha de INIA La Platina, Dr. Pablo Ulloa, expuso los avances de la institución en sistemas de embalajes activos e inteligentes orientados a prolongar la vida útil de los frutos, disminuir mermas y sostener la condición desde el huerto hasta el punto de venta.
La ponencia “Sistemas de Embalajes Activos: una alternativa complementaria y sustentable durante la postcosecha” detalló desarrollos que convierten al envase en un aliado de la calidad: materiales biopoliméricos incorporan compuestos naturales —como aceites esenciales de mostaza e hinojo— capaces de liberar moléculas en dosis controladas, interactuar con la atmósfera interna y mitigar el avance de patógenos.
En arándanos, donde Botrytis es uno de los principales problemas en cadenas largas, estas soluciones apuntan a sostener firmeza y bloom, reducir pudriciones y estandarizar la experiencia del consumidor en destino.
El enfoque se extiende a otras especies frescas que dependen de viajes prolongados y ventanas comerciales estrechas. Según Ulloa, los envases activos se insertan como herramienta complementaria a la cadena de frío, a la higiene y a los tratamientos autorizados, aportando días valiosos de vida de anaquel sin alterar atributos sensoriales.

Para los exportadores, esto se traduce en menores rechazos, más opciones logísticas y mejor retorno; para el retail, mayor disponibilidad y menos quiebre de stock; para los consumidores, fruta con mejor sabor y textura por más tiempo.
Esta investigación marca una línea de I+D aplicada que cruza sustentabilidad y competitividad frutícola. Al trabajar con biopolímeros y compuestos de origen natural, las propuestas buscan compatibilidad con normativas internacionales y con las metas de reducción de residuos y desperdicio de alimentos.
El congreso, que reunió a expertos y actores del agro latinoamericano, puso énfasis en tecnologías que fortalezcan el desarrollo rural; en ese marco, la investigación presentada por INIA La Platina conecta ciencia y campo con un objetivo nítido: que la fruta llegue mejor, llegue a más mercados y llegue a tiempo.