
Las exportaciones estuvieron lideradas por el melón (118.000 toneladas, +19,74%), el limón (106.600 toneladas, +18,71%), el mango (87.900 toneladas, +9,54%) y la sandía (73.500 toneladas, +75,96%). Se observó un aumento significativo en las exportaciones de banano (43.000 toneladas, +97,27%). Las exportaciones de aguacate generaron 38,3 millones de dólares, a pesar de una reducción del 11% en volumen, y las de uva alcanzaron los 26,5 millones de dólares, con un aumento del 106% en volumen y un incremento del 77,48% en valor, indicó la asociación.

Según el presidente de Abrafrutas, Guilherme Coelho, estos resultados reflejan el compromiso del sector productivo, que ha logrado mantener su rendimiento a pesar de las dificultades logísticas, climáticas y políticas. También destacó el progreso en la apertura de nuevos mercados, ya que el país ha sumado siete nuevos destinos de exportación desde 2023, entre ellos India, Japón, China y Chile.
Coelho describió el crecimiento como «una señal importante de la resiliencia del sector frutícola brasileño». Se espera que el segundo semestre, tradicionalmente el de mayor volumen de exportación, mantenga o incluso supere el ritmo actual.
Sin embargo, la reciente imposición por parte de Estados Unidos de un recargo del 50% a los productos brasileños complica la situación. Esta medida afecta directamente a productos como el mango, cuya temporada de exportación al mercado estadounidense comienza a finales de julio.

Luis Roberto Barcelos, director institucional de Abrafrutas, expresó su preocupación por el impacto inmediato que esto podría tener en los envíos del Valle de São Francisco, donde se produce la mayor parte de los mangos que el país exporta a Estados Unidos. «Después de un año de trabajo de campo, la noticia nos sorprendió justo al inicio de la temporada. Ya se están cancelando pedidos», afirmó.
Abrafrutas advirtió que, de mantenerse los aranceles, podría producirse una catástrofe, dada la magnitud de las operaciones previstas. Las exportaciones de mango brasileño solo al mercado estadounidense ascienden a casi 50 millones de dólares anuales. La organización también advirtió sobre las dificultades logísticas para redirigir la fruta a otros destinos, especialmente debido a las especificaciones técnicas y el embalaje diseñado exclusivamente para Estados Unidos.
Dada la preocupación de Abrafrutas, es que la entidad llamaó a los gobiernos de Brasil y Estados Unidos a establecer un diálogo para evitar interrupciones en el comercio bilateral, lo cual es importante para mantener los ingresos, el empleo y la continuidad del sector.