La nueva temporada frutícola chilena partió con viento a favor. De acuerdo con el último informe de comercio exterior de la Subsecretaría de Relaciones Económicas Internacionales de Chile, SUBREI, el sector frutícola registró envíos por US$ 518 millones en noviembre de 2025, en un contexto en que el comercio exterior del país acumula quince meses consecutivos de crecimiento.
La subsecretaria de Relaciones Económicas Internacionales, Claudia Sanhueza sostuvo que “a pesar del difícil escenario internacional, Chile completa quince meses consecutivos de expansión en su comercio exterior, estas cifras demuestran como nuestra política económica-comercial en conjunto con los esfuerzos del sector privado, se han transformado en un pilar central para la diversificación de nuestras exportaciones, la inversión en bienes de capital y la estabilidad económica del país”. En ese sentido añadió que “con más de 8.400 empresas exportando y cifras récords en bienes y servicios, el comercio exterior chileno es hoy una plataforma clave para la generación de empleo, inversión y desarrollo regional”.
Detrás de este desempeño hay dos protagonistas; las cerezas frescas, que anotan un salto histórico al inicio de la campaña, y los arándanos, que vuelven a mostrar dinamismo luego de varias temporadas en que la competencia internacional puso presión sobre los retornos de los productores.
Los datos de SUBREI muestran que las cerezas frescas sumaron embarques por US$ 300 millones en noviembre, prácticamente tres veces más que en el mismo mes de 2024, cuando alcanzaron US$ 106 millones.
Para los productores del centro y sur del país, acostumbrados a vivir una temporada extremadamente concentrada entre noviembre y enero, este arranque anticipa un año exigente en logística, mano de obra y coordinación con los mercados de destino. La alta concentración en ventanas específicas obliga a afinar la planificación de cosecha, las calibraciones de fruta, la disponibilidad de embalajes y la capacidad de frío y transporte.
A nivel comercial, el crecimiento en valor refleja tanto un buen comportamiento de la demanda en el exterior como la consolidación de Chile como proveedor confiable. Pero también supone un mayor escrutinio en materia de condición, sabor, residuos y certificaciones, variables que hoy pueden definir el éxito o fracaso de una semana de embarques.
Los arándanos frescos también anotan una buena noticia ya que en el onceavo mes del año, las exportaciones alcanzaron US$ 12,08 millones, un 60% más que en noviembre de 2024.
El dato es relevante porque la industria ha debido ajustar su estrategia frente a la entrada de nuevos orígenes y a las exigencias de calidad de los compradores. La combinación de selección de variedades, manejo de cosecha y una mayor segmentación de destinos está permitiendo capturar mejor valor en mercados donde el arándano chileno compite con oferta de Perú, México, Sudáfrica y otros países.
En paralelo, los arándanos congelados aparecen dentro del grupo de productos que sostienen el crecimiento de las exportaciones de alimentos y de los envíos no tradicionales. Junto con otros productos como salmónidos, jurel congelado, ciruelas deshidratadas, leche en polvo y jugos, los berries congelados emergen como una válvula de escape para fruta que no califica para la exportación en fresco, pero que encuentra demanda en la industria de ingredientes, repostería y alimentos procesados.
Otro fenómeno que marca esta temporada es el avance de los alimentos orgánicos, que entre enero y noviembre totalizaron US$ 368 millones, con un aumento de 19,5% frente al mismo periodo de 2024. El crecimiento se explica, en buena medida, por el incremento en los envíos de berries congelados orgánicos (arándanos, frambuesas, moras, frutillas), además de vinos rosados, Chardonnay embotellado y nueces.
Para los productores, esto supone nuevas exigencias en materia de certificaciones, manejo de suelos y fitosanidad, pero también abre puertas a mercados dispuestos a pagar primas por productos con menor huella ambiental y mayor trazabilidad. La transición hacia esquemas orgánicos o de producción sustentable puede ser costosa, pero está alineada con las tendencias de consumo y con los compromisos climáticos que están incorporando las cadenas de supermercados y compradores institucionales.
La fortaleza de la fruticultura no aparece aislada. El informe de SUBREI indica que, entre enero y noviembre, las exportaciones de alimentos llegaron a US$ 12.543 millones, mientras que los bienes no tradicionales —donde destacan avellanas, paltas frescas, nueces, berries y productos del mar— sumaron US$ 41.997 millones, con alzas de 6,9% y 6,4% respectivamente frente a 2024.
En la práctica, esto significa que la fruta chilena ya no se entiende solo como cajas de cerezas o bandejas de arándanos frescos. Detrás hay una red de servicios asociados —logística de frío, seguros, certificaciones, tecnología de riego y monitoreo, asesorías técnicas— que también se está internacionalizando y que amplifica el impacto del agro en empleo e innovación.
Con la temporada recién comenzando, el desafío de la fruticultura chilena será transformar estos buenos números en una estrategia de largo plazo. Eso implica:
Profundizar la diversificación de destinos para reducir la dependencia de uno o dos mercados clave.
Acelerar inversiones en tecnología y adaptación climática, especialmente en riego, manejo de heladas y estrés hídrico.
Fortalecer los estándares de sostenibilidad, inocuidad y trazabilidad, en línea con las exigencias de supermercados y consumidores.
Impulsar la innovación en procesos y productos, aprovechando el dinamismo de los berries congelados, los orgánicos y otros nichos de alto valor.
Finalmente, la subsecretaria puntualizó que “en SUBREI seguimos avanzando con fuerza en la apertura de nuevas oportunidades para nuestras empresas en el mundo, recientemente logramos la entrada en vigor del Acuerdo de Asociación Económica Integral (CEPA) entre Chile y los Emiratos Árabes Unidos, nuestro primer acuerdo con un país del Medio Oriente. Asimismo, este lunes me he reunido con el ministro de Comercio e Industria de India, Piyush Goyal, en el marco del proceso de negociación del Acuerdo de Asociación Económica Integral, con el fin de continuar fortaleciendo la expansión internacional de nuestras emprendedoras y emprendedores en todas las regiones del mundo”.
