La industria chilena de la cereza ya entró en una nueva temporada marcada por contrastes: por un lado, volúmenes históricamente altos a nivel país y un despliegue logístico que combina envíos aéreos, servicios express y naves directas a China; por otro, un mercado que aún procesa la gran oferta existente y el manejo de los precios.
El gigante asiático sigue siendo el corazón del negocio —más del 90% de las cerezas chilenas tiene como destino ese país—, pero el comportamiento del consumidor ha cambiado y la industria ajusta su estrategia.
En ese contexto, COPEFRUT, uno de los grandes actores de la exportación de cerezas, ha apostado por profundizar su presencia en el mercado chino no solo con marca, logística y servicio en destino, sino también con proyectos productivos en el propio país asiático. El objetivo es ampliar la ventana comercial, estar más cerca de los clientes y responder con mayor precisión a lo que el mercado pide.
La campaña 2024-25 dejó lecciones en cuanto a trabajar en estándares de calibre, firmeza y condición que exigen los consumidores chinos. Hoy, con la temporada 2025-26 despegando en ventas marítimas, el foco está puesto en la calidad y en la lectura fina de la demanda.
Sobre estos desafíos y las nuevas apuestas de la compañía, Frutas de Chile conversó con Sebastián Pablo García Calavaro, Category Manager en COPEFRUT S.A., quien analizó el arranque de la temporada, el cambio del consumidor en China y el avance del proyecto de producción de cerezas en ese país junto a un socio local.
—La temporada de cerezas despegó con envíos aéreos y los express. ¿Cómo sienten este inicio de campaña y qué esperan de ella?
Esta temporada es una temporada de desafíos muy importantes. Nosotros vivimos la temporada pasada un cambio importante en el mercado, un cambio del consumidor, en donde pasó de ser principalmente un consumidor que compraba para regalar a ser uno que compraba para tener fruta para la familia, para su casa y consumo propio.
Eso significa que estamos entrando ahora a una nueva temporada con una incertidumbre bien grande de qué es lo que pueda pasar y con una situación favorable por el lado de la calidad. De nuevo, con alta incertidumbre por el lado del mercado de las ventas, pero estamos viendo hasta el momento, dado el transcurso de la temporada, si bien estamos recién a principios de diciembre con toda la temporada de venta por delante, que sí hemos visto buenas señales del mercado.
El mercado ha respondido bien a arribos de fruta buena, de fruta que todos sabemos qué es lo que quiere el mercado chino, que es la fruta grande, la fruta firme, la fruta buena de sabor. Y la fruta, cuando ha estado bajo esas condiciones de arribos, se ha comercializado de manera rápida y a buenos precios.
Hemos tenido situaciones en donde en los mercados no ha llegado la fruta ideal y eso recibe un castigo importante. Por eso tenemos una incertidumbre importante para el período de venta marítima. Ya se comenzó con los primeros barcos que están llegando y todavía estamos iniciando el período de venta.
— COPEFRUT está apostando no solo a vender en China, sino también a producir cerezas allá. ¿Cómo va ese proceso?
Ese proceso ha ido avanzando con todas las complicaciones que tiene un proyecto de producción en otro origen, pero ya estamos con un huerto establecido, con expectativas ya de empezar a ver la primera fruta en el próximo período de primavera-verano del hemisferio norte.
Vamos avanzando en el tiempo de espera inicial con la tecnología y manejos que tenemos acá en Chile, pensando en fruta de la más alta calidad para ver cómo podemos producir también la misma fruta que tenemos acá en Chile, pero en destino, pensando en extender nuestra temporalidad en el año completo.
Principalmente, las mismas variedades que tenemos acá, las variedades que todos conocemos, las variedades clásicas, y también un set de variedades nuevas que estamos probando con institutos y viveros locales, que son variedades que están en otras partes del mundo y que no han ingresado a Chile.
—¿De qué escala estamos hablando hoy? ¿Cuántas hectáreas tiene ese proyecto y cuál es la meta?
Hay un proyecto inicial de 20 hectáreas, pero ya estamos trabajando para consolidar espacio y llegar a tener una superficie mayor. Esto demora, no es rápido ni simple, pero sí ya estamos con un trabajo de distintas fases que va avanzando de acuerdo a lo que teníamos presupuestado.
—Este desarrollo lo están haciendo junto a un socio chino. ¿Qué tipo de relación buscan construir con el cliente en destino?
Nosotros estamos trabajando junto con un socio chino, que es uno de nuestros clientes, con el que trabajamos hace mucho tiempo desde Chile. Chile también tiene producción acá en Chile, somos socios acá, somos socios allá, esperando tener una relación más cercana con nuestros clientes, que es parte de los objetivos también que tiene COPEFRUT: acercarse más, no solo a los productores, sino también a quienes cuidan de nuestra fruta cuando llega a destino.
—¿cómo se puede ser exitoso, productivo y al mismo tiempo sostenible en este negocio? ¿Cuáles son los grandes desafíos?
Yo creo que los desafíos más importantes son entender bien los mensajes del mercado. El ser exitoso y sostenible yo creo que va muy de la mano. También es construir fruta de acuerdo a los requerimientos del mercado creo que es la clave del éxito, de entender bien la capacidad productiva de un huerto, de entender bien las limitaciones logísticas y operativas que podemos tener dentro de una central de embalaje y saber encontrar el espacio, el tipo de fruta que necesita cada mercado para que el precio correcto le llegue de vuelta al productor.
Al final, el trabajo que nosotros hacemos es juntar las dos puntas del negocio, la necesidad del cliente en algún mercado con la realidad del productor y ver cómo entregamos el producto de mayor valor posible al cliente, entregándole el mejor retorno que podamos al productor.
Redacción News Frutas de Chile
