Durante el webinar sobre el Panorama Agroclimático Estacional Primavera Verano 2025-26: Pasando a otros temas «¿Ya olvidamos la megasequía?, expertos en meteorología, hidrología y gestión de recursos analizaron la situación climática que enfrenta Chile, destacando que a pesar de los recientes años con lluvias puntuales, la megasequía y la variabilidad climática imponen una nueva «normalidad» que exige una gestión hídrica estratégica y tecnificada.
El jefe de la Unidad de Gestión de Riego de Desastres Agrícolas (Ugra), Roberto Leal, dio inicio a la jornada subrayando la importancia de la decisión basada en datos. Asimismo, indicó que, aunque existan «ventanas» de días soleados o periodos de alivio, la situación hídrica sigue siendo crítica para el sector silvoagropecuario. Su llamado fue a no «bajar los brazos» y a utilizar la evidencia científica y los datos de las redes de monitoreo para tomar decisiones responsables que permitan sostener la actividad agrícola en los periodos venideros.
Por su parte, analistas de la Dirección General de Aguas, Hernaldo Leyton y Felipe Pérez, presentaron un balance preocupante del ciclo hidrológico. Informaron que, hacia fines de 2025, la mayoría de las cuencas entre Antofagasta e Ibáñez muestran un déficit pluviométrico generalizado.
La acumulación nival fue significativamente baja respecto a temporadas anteriores, con estaciones como Laguna Negra mostrando suelos despejados, mientras que confirmaron que los caudales punta ya pasaron (noviembre-diciembre) y ahora los ríos van a la baja, situándose en niveles mínimos o entre el mínimo y el promedio.
En el caso de los embalses, la situación es crítica en Lautaro (10%), La Paloma (11%) y Peñuelas (10%).
El jefe de Meteorología Agrícola de la Dirección Meteorológica de Chile (DMC), Juan Miguel Quintana, entregó proyección de un verano cálido y seco. Explicó que el año 2025 estuvo dominado por anomalías positivas de temperatura y un déficit hídrico importante, con ciudades como Vicuña alcanzando un 54% de déficit.
En cuanto al Fenómeno de La Niña, precisó que se espera que la fase fría se mantenga hasta el verano de 2026, para luego pasar a una fase neutra hacia marzo.
El pronóstico trimestral, diciembre-enero-febrero, indica que se prevén temperaturas máximas y mínimas sobre lo normal en gran parte del país, junto con lluvias bajo lo normal en la zona central.
Leonel Fernández, profesional de la Fundación para el Desarrollo Frutícola (FDF), y administrador de la Red Agrometeorológica Nacional (RAN Agromet), realizó un análisis centrado en el estrés térmico y los riesgos fitosanitarios.
Desde la mirada agrícola, Fernández destacó que la temporada ha estado marcada por un fuerte «adelantamiento» fenológico debido a las altas temperaturas desde julio.
En ese marco, observó los golpes de calor con temperaturas sobre los 35°C en noviembre y diciembre , los cuales, han generado estrés térmico y quemaduras en las plantas.
Por su parte, Franco Prestwick de la Universidad Andrés Bello, UNAB, se refirió a innovación en la agricultura del desierto, a través de la presentación del proyecto «AgroDesierto», financiado por la Unión Europea y que busca implementar modelos de economía circular en el norte grande de Chile.
Asimismo, destacó el desarrollo de una herramienta de autodiagnóstico de circularidad y pilotos de compostaje acelerado que transforman residuos en fertilizantes orgánicos en solo 21 a 30 días, mejorando la retención de humedad en suelos desérticos.
Camila Álvarez Garretón, investigadora del Centro de Ciencia del Clima y la Resiliencia (CR2), abordó el agotamiento de las reservas subterráneas, aportando una visión de largo plazo. Remarcó que la megasequía ha provocado un descenso sostenido de los niveles freáticos (aguas subterráneas) desde hace décadas., advirtiendo que, aunque llueva un año puntual, los acuíferos no se recuperan a la misma velocidad que los ríos. El desafío es prepararse para un clima que hacia fines de siglo podría tener la aridez de la megasequía como una condición estructural y no anómala.
Finalmente, Andrés Sarabia del Centro de información de Recursos Naturales (Ciren), destacó la importancia de la planificación de la demanda hídrica. Presentó el caso de la Región de Valparaíso, donde la oferta hídrica ha disminuido un 46% en los últimos 30 años. Alertó sobre la expansión de cultivos de alta demanda (como paltos y nogales) en suelos no aptos o de protección.
En su conclusión, Sarabia fue tajante: «La gestión hídrica ya no puede ser solo por temporada, sino que debe planificarse a 3 ó 5 años, gestionando no solo la oferta, sino también limitando la demanda para asegurar la sostenibilidad de las cuencas.»
Redacción News Frutas de Chile