En el extremo sur cerecero de Chile, entre praderas y lluvias persistentes, un grupo de productores decidió que no iba a aprender a punta de golpes individuales, sino de inteligencia colectiva. Así nació el GTT Cerezas del Sur: 12 huertos distribuidos entre Los Ríos y Los Lagos, plantaciones jóvenes de Regina sobre Gisela 5 y 6, altas inversiones, clima desafiante… y una convicción compartida: si el sur quiere jugar en ligas mayores en cerezas de exportación, tiene que hacerlo organizado, midiendo, ensayando y conversando de igual a igual con el mercado.
De esa experiencia nace este doble diálogo con uno de sus protagonistas, donde el foco no es la foto bonita del huerto, sino el trabajo silencioso del grupo: decisiones técnicas que cambiaron destinos, manejo de techos y riego al milímetro, ensayos con universidades, exportaciones fuera de China y una idea clara de productividad sustentable para la zona sur.

Joris Verbeken, presidente del GTT Cerezas del Sur, repasa cómo 12 huertos entre Los Ríos y Los Lagos pasaron de no saber manejar cerezas a convertirse en una verdadera escuela a campo abierto, con decisiones técnicas compartidas, alianzas con universidades y una agenda de trabajo que no se detiene.
¿Qué vacío técnico o de gestión buscaban resolver cuando nació el GTT Cerezas del Sur?
Cuando partieron los primeros proyectos, entre 2017 y 2019, nos dimos cuenta de algo muy simple: no sabíamos manejar huertos de cerezas en el sur. Veníamos de rubros ganaderos y agrícolas tradicionales, y las recetas traídas desde la zona central no funcionaban. Era otro clima, otros suelos, otros vientos.
A través de Cooprinsem y del área frutícola liderada por Ramiro Poblete, nace el GTT Cerezas del Sur justamente para cubrir ese vacío. Hoy vemos el grupo como una herramienta fundamental: gracias a este trabajo hemos logrado desarrollar nuestros huertos de forma mucho más eficiente y con manejos ajustados a nuestra realidad.
El grupo se formó oficialmente en 2018. ¿Qué rol ha tenido la organización y el liderazgo en todo este proceso?
Nuestra organización y el liderazgo en la coordinación ha sido clave. Muchos miembros del GTT veníamos de otros rubros y partimos de cero en cerezas de exportación. El grupo se transformó en una escuela muy activa: mes a mes, a medida que avanzan los estados fenológicos, vamos aprendiendo, corrigiendo y fijando pautas de manejo.
Destaco la unidad y el afiatamiento que se ha logrado. Hay liderazgo, responsabilidad y mucha entrega. Eso nos ha permitido avanzar rápido, pero en un ambiente de confianza, amistad y trabajo serio.
Si tuviera que resumir el aprendizaje fundacional del GTT en una sola práctica, ¿cuál sería?
Más que una práctica técnica, diría que es una forma de trabajar: cooperación, compromiso y transparencia. Esos tres elementos han generado un nivel de confianza entre los integrantes que nos distingue. Gracias a esa confianza nos atrevemos a mostrar los errores, a compartir números y a ajustar manejos sin miedo.
¿Cómo ha evolucionado el trabajo del GTT desde esos primeros años hasta hoy?
Partimos muy de la mano de Cooprinsem y hoy el grupo funciona de forma independiente. Nos reunimos todos los meses; es parte de la agenda, no algo opcional.
El GTT se ha convertido en un espacio permanente de actualización: revisamos manejo de plantas, uso de agroquímicos, fertilización, riego, control de enfermedades y plagas. Hemos vivido errores y aciertos, y todo eso queda como experiencia acumulada, no solo para un huerto, sino para los 12.
¿Qué papel han jugado los ensayos y la vinculación con universidades en el crecimiento técnico del grupo?
Fundamental. Como GTT hemos impulsado iniciativas de investigación y ensayos con organismos universitarios, y eso enriquece mucho nuestro manejo. Nos permite validar o corregir lo que vemos a campo, incorporar nuevas tecnologías y entender mejor las particularidades de nuestra zona.
Además, la distribución geográfica de los huertos —desde Los Ríos a Los Lagos— hace que cada ensayo entregue lecturas distintas, y eso nos ayuda a afinar recomendaciones según ubicación y condición.
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La zona sur implica mayores costos y desafíos que la zona central. ¿Cómo lo gestionan a nivel de grupo?
Sabemos que la condición geográfica de nuestros huertos exige manejos especiales y costos mayores. Por eso, el desafío de la buena comercialización y del retorno al productor es permanente.
La única manera de sostener esto es siendo muy organizados y aplicados en el trabajo: buscando siempre la mejor calidad de fruta para exportación y apoyándonos en el grupo para tomar decisiones de inversión, manejo y tecnología.
¿Qué otros desafíos “invisibles” han debido enfrentar como rubro de alta inversión en el sur?
Hay varios. Uno es la delincuencia y el robo de agroquímicos y equipos, que por su alto valor se comercializan en forma clandestina. Es un problema real que golpea fuerte a proyectos de este tamaño.
Otro eslabón crítico es el Servicio Agrícola y Ganadero, SAG. Su rol en plagas, aduanas y certificación de exportaciones no puede presentar debilidades; es vital para todo el proceso.
También está la fiscalización de salud y trabajo. Entendemos su importancia y la responsabilidad social que tenemos, pero a veces la forma en que se aplican las normas dificultan a veces las labores productivas. Ahí es muy importante el diálogo y criterios que ayuden a producir sin bajar estándares.
¿Dónde entra la discusión sobre agua y riego dentro de la agenda del GTT?
La disponibilidad de agua es un tema mayor. El riego en frutales de alta inversión tiene que estar bien normado y respaldado por el Estado. Como grupo, trabajamos para usar el recurso de forma eficiente y sustentable, pero también necesitamos certezas jurídicas y reglas claras a largo plazo.
Mirando a 10–15 años, ¿cómo se proyecta el GTT Cerezas del Sur?
Un huerto frutal es una apuesta de largo plazo, y nuestro GTT también. Estamos comprometidos a mantenerlo activo en el tiempo, como ha sido hasta ahora.
Creemos que el sur tiene mucho que decir en cerezas de exportación, pero solo si seguimos trabajando unidos, profundizando el conocimiento y tomando decisiones basadas en datos y experiencia real de terreno.
@Redacción News Frutas de Chile