Un hecho inédito en el comercio agroalimentario argentino se concretó el lunes pasado con la llegada de las primeras peras frescas de la variedad Crown provenientes de China al Mercado Central de Buenos Aires (MCBA). El cargamento de 17,5 toneladas, enviado por Botou Dongfang Fruit Co., Ltd., es el primer envío oficial de fruta fresca china a Argentina, marcando un punto de inflexión en la relación comercial bilateral.
Las peras chinas se comercializaron a $45.000 pesos por caja (aproximadamente $4.500 por kilo), un valor significativamente superior al de las peras nacionales. Este arribo ha generado opiniones divididas en el sector frutícola argentino. Si bien se celebra la apertura de mercados, la Cámara Argentina de Fruticultores Integrados (CAFI), a través de su presidente Nicolás Sánchez, reclamó reglas claras y justas, señalando que los productores chinos tienen mayores facilidades para ingresar fruta a Argentina que los argentinos para exportar a China.
Desde China, esta operación se enmarca en una estrategia de expansión hacia América Latina, buscando diversificar mercados. Las autoridades chinas aseguran controles de calidad rigurosos. Este evento abre la puerta a un nuevo capítulo en el comercio bilateral. El desafío para los gobiernos de ambos países es avanzar hacia acuerdos equitativos que beneficien tanto a los consumidores con mayor variedad, como a los productores locales con condiciones justas para competir. Las peras chinas ya están en el Mercado Central, simbolizando los nuevos tiempos del comercio internacional.
