Fue la semana pasada que inició la cosecha de la pera William’s en todo el Valle de Río Negro y Neuquén, Argentina. Esta es la variedad más importante de la especie, que tiene una producción promedio anual, en toda esta región del norte de la Patagonia, en torno a las 260.000 toneladas. Poco más del 40% de toda la oferta de peras de Argentina, corresponde a esta variedad, dio a conocer Más Producción.
Para la actual temporada las estimaciones de volumen apuntan a la baja. Las heladas primaverales, sumadas a tormentas de granizo que afectaron ciertas regiones del Valle, durante la pasada primavera, proyectan una caída en la producción del orden del 30% en relación con la campaña 2024. Así lo afirmó un productor de Cipolletti:”Hay menos fruta en la planta y también mucha dañada y deformada por los efectos de las heladas. Todo lo que teníamos bajo cubierta tuvo pérdidas marginales. La producción sin protección fue la más perjudicada”, remarcó un Ingeniero Agrónomo que maneja la parte de producción de una importante firma exportadora de la misma localidad.
Pero no solo por el volumen que presenta esta variedad están preocupados los productores. Los precios, en general, también se muestran a la baja. Según lo que se puede recolectar del mercado, existe una importante disparidad de precios sobre lo que están ofertando las empresas por la pera William’s.
Los mejores acuerdos, logrados por lotes limitados de fruta de productores, mencionan valores de hasta 32 centavos de dólar por kilo entregado. En un escalón más bajo se encuentran estos mismos precios, pero con la fruta a seleccionar. Esto quiere decir que ese valor se paga solo por la pera que selecciona el galpón de empaque que vaya al mercado externo. El resto de la fruta, tiene un precio más bajo. Y por último está el lote general del Valle, que acordó valores entre 20 y 30 centavos de dólares, precios muchos de ellos por pera a clasificar.
Las firmas frutícolas ya anticiparon que “el mercado está muy complicado y que solo van a comprar a terceros la pera que pueda tener destino de exportación”. De acuerdo a Más Producción para dimensionar el problema en el que se encuentra el productor -y muchas de las empresas integradas- se puede hacer un cálculo sencillo. Las proyecciones ubican al costo de producción promedio para la pera por encima del año pasado, teniendo en cuenta el salto que presentó el salario del cosechador del 88% interanual en dólares, en torno a los 34 centavos por kilo.
El precio máximo a pagar por las empresas será de 32 centavos de dólar por kilo, para toda aquella fruta que va a la exportación. Para el mercado interno -por fuera de las compras de las empresas locales- operadores están ofreciendo un promedio de 200 pesos el kilo y la industria en promedio no llega los 100 pesos, los mismos valores que se abonaron el año pasado a inicio de la temporada. Por otra parte, hay que remarcar que cerca del 50% del total de la producción de William’s tiene históricamente destino el mercado externo, 15% se orienta al mercado interno y alrededor del 35% va a los distintos tipos de industria.
Una sencilla cuenta, relacionando los costos de producción con los potenciales valores que recibirán los productores a través de lo que es su matriz comercial, nos muestra que este año terminarán recibiendo, en promedio, de 22 centavos por kilo de pera cosechada, unos 12 centavos de dólar por debajo del costo de producción. Es decir, que por hectárea presentarán un quebranto del orden de los 6.000 dólares. Para un pequeño productor que tiene en el total de su superficie plantada, 10 hectáreas de peras, este nivel de pérdida se eleva a los 60.000 dólares en la presente temporada. La pregunta entonces es: ¿Cómo puede subsistir un productor primario en estas condiciones tan adversas que se presentan para la pera? Obviamente, esta es una proyección, basada en promedios históricos de producción, destinos y valor de lo que se está hoy recibiendo el productor primario por su fruta.
El fin de semana las empresas anticipan a los productores que el miércoles 29 de enero los galpones terminan de recibir la pera William’s. El argumento, es la caída de presión que podría afectar la oferta exportable del producto, en especial para los destinos de ultramar. Es decir, que este año la cosecha de esta variedad duró solo siete días hábiles, una de las más cortas de la historia del Valle.
Según un técnico frutícola, “las altas temperaturas que se registraron en todos estos últimos días aceleraron los procesos de maduración del fruto y con ello cayó la presión, clave para sostener fruta de calidad almacenada para la exportación. Los operadores que compran fruta para el mercado interno -la mayor parte sin ningún tipo de factura- aseguran que podrían seguir comprando hasta los primeros días de febrero. Hoy los cosechadores a duras penas hacen tres bins por día, ya que la selección de fruta es exigente. Esto también es otro factor que quita productividad y tiene impacto sobre los costos finales”.
Frente a esta selección de fruta para el mercado en fresco y los bajos valores que está pagando la industria, no se descarta que mucha de la pera William’s quede en la planta. Actualmente las jugueras de la región ofrecen 80 pesos por kilos fruta cosechada -no del suelo- y el costo por día para cosechar un kilo de esta fruta está cerca de los 42 pesos, sin aportes y contribuciones y sin tener en cuenta el combustible para mover esos kilos para llevarlo a la industria, ni los salarios del capataz y tractorista para mover los bins.
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