El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA) certificó en Entre Ríos el primer envío de naranjas frescas argentinas con destino a Ecuador tratado oficialmente contra la mosca de la fruta (Ceratitis capitata), un hito para la región citrícola de Concordia y para la provincia en su conjunto. Se trata del primer embarque que sale al mercado ecuatoriano cumpliendo íntegramente el protocolo bilateral de requisitos fitosanitarios, un paso clave en la estrategia de diversificación de destinos para la fruta argentina.
El organismo sanitario, dependiente de la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca del Ministerio de Economía de la Nación, es el responsable de garantizar la sanidad y la calidad de los cítricos a lo largo de toda la cadena productiva, desde el registro de quintas y empacadoras hasta la emisión del certificado fitosanitario de exportación. En este caso, la certificación confirma que se han cumplido todos los requisitos establecidos por Ecuador para la importación de naranjas frescas provenientes de Argentina.
El envío certificado corresponde a 21 pallets con 1.592 cajas de naranjas, que totalizan 23.880 kilogramos de fruta. Todo el proceso se ejecutó bajo las exigencias del Plan de Trabajo Operativo (PTO) firmado entre SENASA y Agrocalidad, la autoridad sanitaria ecuatoriana, que detalla las condiciones fitosanitarias para el comercio de cítricos entre ambos países. En ese marco, se verificó el registro oficial de productores y plantas empacadoras, la implementación de buenas prácticas agrícolas, la aplicación de manejo integrado de plagas y la correcta ejecución de los procesos de selección, limpieza y lavado de la fruta.
Uno de los puntos centrales del protocolo es el tratamiento cuarentenario de frío obligatorio, que en este caso se aplicó a 2,2 °C durante 21 días, condición diseñada para garantizar la mortalidad de Ceratitis capitata y evitar el ingreso de esta plaga a territorio ecuatoriano.
El procedimiento culminó con una inspección oficial del SENASA, el muestreo de frutos y la emisión del Certificado Fitosanitario de Exportación, acompañado de la declaración adicional específica acordada con Ecuador, donde se deja constancia del cumplimiento del tratamiento y del estatus sanitario de la carga.
La concreción de este primer embarque tiene su origen en el acuerdo alcanzado a fines de octubre de 2024, cuando Ecuador y Argentina firmaron el plan de trabajo que fija los requisitos para el ingreso de fruta cítrica fresca argentina a ese mercado. A partir de entonces, los equipos técnicos del sector privado y del SENASA trabajaron para ajustar procesos, acreditar establecimientos y completar las etapas que permitieran habilitar el primer envío desde la región entrerriana.
Para el sector citrícola de Entre Ríos, y en particular para la zona de Concordia, este no solo representa la apertura de un nuevo mercado, sino también una señal clara de la capacidad de la región para cumplir con estándares sanitarios y de calidad internacionales cada vez más exigentes. La articulación entre productores, empacadoras, exportadores y el organismo sanitario nacional permitió alinear la producción con los requisitos de trazabilidad, sanidad e inocuidad que demanda Ecuador.
Desde la Provincia y el sector empresario se expresó la expectativa de que este primer embarque sea el punto de partida para una corriente exportadora sostenida hacia Ecuador, y que sirva además como carta de presentación para la apertura de nuevos mercados. La experiencia demuestra que la citricultura entrerriana puede adaptarse a protocolos específicos, invertir en mejoras sanitarias y logísticas, y posicionar su fruta en destinos que valoran el cumplimiento normativo y la calidad del producto.