Durante el Grape Tech 2025, Andrea Araya Bosch, Gerenta de Sustentabilidad y Gestión Técnica de Exportadora Subsole, explicó que, recientemente, su empresa logró certificarse como Empresa B, marcando un hito para la trayectoria empresarial de Subsole, en el sector frutícola.
En sus palabras, “una Empresa B busca generar impacto positivo en el ambiente y en lo social a través del negocio, no como una acción paralela, sino como parte del del modelo empresarial”.
¿Qué significa ser Empresa B?
Las Empresas B, o B Corporations, son organizaciones que equilibran propósito y ganancias, medido a través del denominado «triple impacto» (social, ambiental y económico) . Para certificarse necesitan completar la Evaluación de Impacto B (mínimo 80/200 puntos) y ajustar sus estatutos para incorporar el compromiso con todos los grupos de interés
Araya desarrolló una verdadera línea de tiempo desde los primeros pasos de Subsole con EUREPGAP y GlobalG.A.P. , hasta las normas específicas de GRASP, SPRING, y luego auditorías sociales y ambientales como Rainforest Alliance y LEAF. Un proceso progresivo que reflejó el aumento de exigencias de mercados como Europa, donde los supermercados demandan frutas cada vez más inocuas, saludables y producidas en condiciones que no contravengan con el medioambiente.
El trabajo de sostenibilidad se ha reforzado en la exportadora aún más, tras la adquisición de la empresa por parte de Frutura en 2021. Frutura, y sus empresas, están unidas en un compromiso permanente con los principios de ESG. Subsole forma parte ahora de la red de empresas globales de Frutura, que trabajan juntas para compartir conocimientos sobre formas inteligentes de innovar en torno al impacto.
En su exposición Andrea Araya, comentó: “Es larga la historia, son más de 20 años. Por ahí por la temporada 2000-2001, Miguel Allamand (co-fundador de Subsole en 1991) un día me dijo, aquí hay algo nuevo que se nos viene. Nuestros clientes en Inglaterra están preguntando por una norma que debemos tener y no sabemos cómo se va a hacer, pero hay que hacerlo. Así que alguien se tiene que hacer cargo y así empezó un camino de poder trabajar y apoyar a nuestros productores para alcanzar esto. Que se veía grande, era desconocido, era algo en lo que no estábamos acostumbrados, pero que trabajando juntos, la empresa con sus productores, lo pudimos alcanzar”.
Técnica y cultura: Ejes fundamentales
El cambio no solo fue técnico, sino también cultural. En la exportadora hubo que rediseñar programas fitosanitarios, fortalecer la capacitación de productores, controlar residuos químicos y mejorar la trazabilidad del agua, suelo y biodiversidad. Todo ello, fue necesario para acceder, por ejemplo, a supermercados en Alemania y Escandinavia y cumplir con estándares de cero residuos.
“Esto no se logra en un año; es resultado de dos décadas de cambio real”, puntualizó Araya, agregando que al lograr la certificación Empresa B, Subsole se suma a las cerca de 8 000 B Corps en el mundo, adoptando estándares que exigen transparencia, responsabilidad legal y mejora continua
Las Empresas B deben cumplir criterios evaluados por B Lab, incluir cláusulas estatutarias y rendir cuentas públicamente. En Chile ya hay más de 200 B Corps; muchas empresas las usan para certificar prácticas genuinas de triple impacto
Según B Lab y medios, los estándares B están siendo reforzados a nivel global, poniendo foco en gobernanza, clima, derechos humanos, trabajo justo, circularidad, inclusión y acción colectiva.
“Usar el poder de los negocios para generar cambios” no es opcional: es el futuro de la fruticultura chilena. “Ser Empresa B significa admitir nuestro impacto real, revisar cada decisión, cada proceso e involucrar a las comunidades, al medio ambiente, a nuestros trabajadores, proveedores y productores”, cerró.
