El consumo diario de frutas frescas no solo es rico y accesible, sino también una inversión para la salud por su importante aporte de vitaminas, antioxidantes y fibra.
Contienen antioxidantes que combaten el estrés oxidativo y ayudan a prevenir enfermedades crónicas.
Las vitaminas y otros nutrientes de las frutas fortalecen el sistema inmunológico de niños y adultos, ayudando a combatir enfermedades.
Favorecen la hidratación y gracias a su fibra mantienen un sistema digestivo saludable.